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sábado, 28 de junio de 2014

El cuento que me enseñó Ana María


La imaginación devuelve a la noche, lo que el día nos priva de  fantasía  que debiera tener la real  vida. Ésta, va haciendo el traje que por el camino muestras y al final de parada, cubre tu cuerpo. El patrón marcado en papel suave, la tela cortada con enormes tijeras, entre puntadas e hilvanes, la hebra que no falta, el pinchazo de una aguja afilada, a plena luz de los días que pasan. La realidad oscureciéndose, cobra colores de sueños, se tiñe de fantasías que ahora cuento, tapando la luz tras la cortina de mi imaginación. Finos hilos de oro, no hilvanan, bordan la seda de una túnica cristalina como el espejo, que traspasé la noche del último otoño, cuando tú, aún eras poesía. Si realidad o sueño, me adentré en tu bosque, deseando conocer el reino de tu fantasía.




Así comencé a escribir este cuento, entre espesuras del follaje misterioso, oscuridad que brillaba, el envés de mis palabras, devueltas a otras realidades. La princesa era una niña, el sabio un zorro, la música el vuelo de los pájaros, alzando sus alas entre el balanceo de las copas de los árboles. La niña buscaba el bosque, mientras el zorro huía del hombre, buscando refugio entre ríos escondidos. Caminos convergentes del sabio y princesa, entre gritos de pájaros heridos por la alfombra verde plagada de minúsculos habitantes, se encontraron como si todos los cuentos escritos se encontraran en el libro de la palabra. Acomodados en el suelo de hojarasca caída, hablaron y se preguntaron, quién era quién y fluyeron las leyendas, historias soñadas, las que a la princesa, siempre le habían contado. El zorro por fin sonreía viendo que había escapado al miedo del hombre y conocía todas esas leyendas allí contadas por uno y otro cuento, cien, más de mil, todas las que había imaginado, todas las que la palabra ayer y mañana se escribieron y siguen escribiéndose.


Cuentos, niños, zorros y ciervos, acompañados de pájaros, entre silencios que se oían, susurros recreados, en días de sombras y ensueños; todos en aquella encrucijada de fantasía, se reunían cada día para contarse sus cuentos. Así era la vida de la princesa que buscaba el bosque, la niña que crecía envuelta en un bello vestido de seda, cuando era y nunca dejo de ser poesía. Aquí conocí a Alicia y a Blanca Nieves. A Superman y a Don Quijote. Desde la A y Zeta…Multitud de cuentos, leyendas, novelas…que el sabio conocía, la niña imaginaba y yo que presto aprendía. 
Pasaron días y años, cada día en el cruce de la imaginación, siempre en el bosque de los cuentos. Aun cuando los árboles despojaban sus cortezas de sus viejos troncos, las reuniones seguían, bebiendo letras ordenadas, palabras que saciaban, deshaciendo la barbarie dejada a la entrada del templo de aquel bosque, a la que cada vez, más personajes acudían, más historias narradas fueron leídas. La maldad y la barbarie, mucho tiempo después, solo era una leyenda de tiempos pasados, cuando una vez una niña vestida de seda, imaginada poesía, comprendió que era posible recrear otros mundos fantásticos con imaginación y palabra. Mi barbarie, ya no es, sino mi ingenuidad creída. La imaginación y fantasía cuerpo de mi cuerpo, sangre de mi sangre, cuento y poesía, la expresión más bella de la vida.


Con esta cita, os dejo vuestro tiempo, recordando cuando podáis a la dama del cuento.
“El mundo hay que fabricárselo uno mismo, hay que crear peldaños que te suban, que te saquen del pozo. Hay que inventar la vida porque acaba siendo verdad”.

lunes, 23 de junio de 2014

La noche de San Juan. Ritos


Mis días se llenan de ritos y liturgias que me hacen recordar el día en que de nuevo amanezco. Al ponerme a escribir una nueva entrada, voy pensando en todos mis amigos y conocidos que se llaman Juan, a los que mañana tengo que felicitar. A la hora que se publique esta entrada, media España, celebrará la noche de San Juan. Mi tierra es un país de fiestas, liturgias pero sobre todo rituales. Me gusta ver divertirse a la gente, me gusta divertirme, saberme que hoy no es igual que ayer, cada vez que la luna se duerme en un nuevo amanecer.
Recuerdo ese bonito cuento, que regalé a uno de mis hijos, antes de haberlo yo leído "El principito". Me acuerdo como al ir arroparlo a su cama y lo veía dormido con el libro entre las manos, se lo cogía para yo también leerlo. Creo que este libro ha sido más leído por los padres que por los hijos, más por los mayores que por los niños. El niño atendido ya sueña, ya quiere, juega y ríe, pregunta y calla en su propia fantasía. El padre, el mayor, esconde a su niño y solo a escondidas si puede se adentra también en sus propios cuentos, que son sus sueños.


El principito preguntaba al zorro, cuando éste, afirmaba, que eran buenos los ritos ¿Qué es un rito? luego de haberse conocido, después de saber lo que cada uno buscaba. El zorro le respondía: Es lo que hace que un día sea diferente a los otros días, una hora de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme por la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

Hoy es media España la que baila y canta, entre fuego y agua, conjurados en una noche de magia cuando no de superstición y rito. Esta noche, entre diversión y agua, cada uno expresará su danza, unos pasando sobre las ascuas del fuego, otros con un remojón entre olas, siempre entre olores a parrilla de asados, cerca el vino del porrón.


Solsticio de verano, primavera recordada dónde prendieron miradas cariñosas, esta noche tal vez, la mirada se torne verbo, seguramente su primer beso. El fuego, el amor, el agua...Trinidad de misterio, expresado en un deseo. Darse un baño de agua, asegura salud para el resto del año, cruzar las brasas a pie, saltar las llamas de la hoguera, siete o nueve veces, asegura protección para él y los suyos. Siguiendo la leyenda, si quieres encontrar tu amor, pon dos velas en tu dormitorio y un papel con las iniciales y de no conocer a la dama, escribe A.G. (Alma Gemela). Leyendas y sortilegios, buscando siempre un deseo, casi siempre el del amor.
El ser humano necesita manifestaciones y fiestas rituales para relacionarse con sus semejantes. El rito se convierte en un instinto de ruptura con la rutina y cotidianeidad de la vida, cuando no es la liberación de la angustia de realidades amenazantes en su diario y muchas veces tediosos momentos.
El deseo rompe con la peligrosa tendencia de la racionalización de lo antisocial y depravadores signos de la actividad mercantil. Es un deseo que busca comprender el mundo y celebrar sus acontecimientos importantes, más allá de la satisfacción con la comida, vestido y bebida.
Es cierto que pan y circo es una frase acuñada y una regla maquiavélica, que trata de callar al pueblo, impidiendo que piense. El ritual es una creencia, tal vez mítica, basada en leyenda, o en dioses, pero siempre enmarcada en un contexto grupal que tiende a reforzarse y cohesionarse.
No es día de filosofías, sino de animarse para preparar los espetos y el fuego, a la orilla de la mar, en la plaza del pueblo, o con el amigo que hace tiempo que no ves. Que no falte armonía, agua ni fuego, un buen juego y expresar un deseo. Por si acaso lleva dos velas rojas, lápiz y papel para poder escribir dos letras si en verdad buscas, tu Alma Gemela. Todo es posible. Es la noche de San Juan.
No olvides que esta noche, has de quemar todo lo viejo que hay en ti y dejar en la danza del fuego, en un papel tu deseo. La luna con su hechizo, la magia con sus trucos, por una noche, convertirá en puro sueño, una noche, un deseo y por qué no, una realidad...

Mi papel ya lo he escrito, mi deseo,aprendido en el Principito, aquí lo vuelco. ¡Ojalá las estrellas esta noche se iluminen para que puedas encontrar la tuya!
A todos los que celebran su día, a todos los pluseros llamados Juan o Juani, que disfrutéis de un buen día.
Hasta la próxima semana, que seáis felices.
La nota de humor a través de Mr. Bean

lunes, 16 de junio de 2014

Confesiones de un matrimonio


Cuando salga la luna, esperándome a la orillita del río, llegaré como el viento, buscando tus ojos negros, adivinando tus húmedos labios. Te diré ¡chiquilla con el vestido nuevo! Prestas mis manos en tus tersas mejillas, sonándote mi primer beso. Perdidos entre besos silenciosos, entre el rumor de las aguas que bañan al viejo olmo....nos miramos, hasta sentir la calidez, de una eterna madrugada. Luego contamos estrellas, cada estrella un día, los que nos faltaban para ser nuestros, sin darnos cuenta que ya lo éramos. 
Esa mirada de chiquilla, girada al maestro en el aula, encontrándose en la mía, palabras mudas y signos de amor. Esa niña que me mira, esa niña puede ser. El tiempo entre lunas pasaba, mientras la niña se hacía mujer. Al alba después de muchas lunas y verte, mis ojos clavados en ti, supieron que ese cuerpo de mujer, era la chiquilla del ayer. "Esa niña que me mira, esa mujer que soñé" Al momento siento que ha llegado la hora de que sean mis ojos los que te miren. Eres tú, mi recuerdo, el sueño de la niña del ayer, convertida en la ninfa de mi tiempo. Contando estrellas de dos en dos, de seis en seis, cada seis, un día, para ser y para siempre nuestros. 


Han pasado más de 40 años de estas escenas contadas, de ese romanticismo sentido, de esas citas imborrables. La belleza siempre queda, es lo feo lo que se olvida. Es verdad que todo cambia, me horrorizaría que nada cambiara o que este tránsito no fuera efímero. Mientras tanto, nos complace haber caminado juntos y seguir viendo camino.

Desde los 16 años hasta los 60, tiempo hemos tenido tiempo para poder contar un poco de todo. Lo que más me llama la atención de tanto tiempo, es habernos conocido en casi todas las situaciones imaginables para las personas que viven en pareja: valientes, cobardes, alegres, tristes, enfadados, amorosos, desconcertados, inseguros, satisfechos, astutos, desagradables, pueriles, malvados, desamparados...en definitiva como cualquier ser humano cuando se muestra en su completa y compleja realidad. En lo material igual, con dinero y sin dinero, con mejor o peor salud, días de quebrantos y días de celebración...Una vida absolutamente "normal"....Tratando siempre ella como yo de imponer una sola razón entre los dos, hasta que el hartazgo de imponernos al otro, sin conseguirlo, nos aceptamos como somos, a veces a regañadientes. En realidad sucede que ambos hemos cambiado, tal vez por propio egoísmo: Las peleas fatigan demasiado.
Ser los dos muy celosos de nuestra independencia, nos ha ayudado a delimitar nuestros espacios propios como ventaja y eludir relaciones sociales de muchas estrecheces.
El erotismo no se pierde, se transforma, la sexualidad es diferente sin dejar de ser un instinto esencial mientras vivamos, símbolo de nuestra unión sentimental.


Ser padres, es después de querernos, lo más importante, sucedido en nuestras vidas. Lamento no ser muy original, acepto que soy un recalcitrante conservador con el tema hijos. No es lo mismo ser hijo que padre aunque ambas cosas se den en uno mismo. El hijo es una fuente inagotable de esfuerzo, satisfacción y entrega para los padres, desde que nacen. También es cierto, que son muchas veces la diana dónde los padres se proyectan, queriendo prolongar sus vidas en las suyas. No me detendré más, sé que este tema es fuente de debate permanente. En nuestro caso hemos criado tres varones en los que gastar nuestras energías cada día que amanece. 


Hemos visto la evolución de la pareja a lo largo de estos años. Los matrimonios para toda la vida no es una premisa, a la vista está. Ni es deseable que lo sea, cuando no se dan las mínimas condiciones de afecto y de convivencia entre dos. A nosotros nos ha ido bien, pero lo que nos ocurre a nosotros, no es extrapolable a nada. Pero como tendemos a ser utópicos, me gustaría algún día leer que el amor es posible durante toda la vida, porque cuando uno se enamora siempre piensa que lo será.

He leído una frase por internet que resume un poco, como vemos nosotros el matrimonio: “Un matrimonio excepcional no se da cuando se casa una “pareja perfecta”. Se da cuando una pareja imperfecta aprende a disfrutar sus diferencias.” (Dave Muerer) Yo puntualizaría a la frase de este señor, con un cambio en el verbo aprender. Nunca se aprende del todo, se intenta aprender a disfrutar sus diferencias. Y si así tampoco funciona, lo único cierto es que nadie está obligado a vivir en pareja. Así que si ha parecido este post, un panegírico del matrimonio, quítenselo de la cabeza, que solo pretendía contar confesiones, confesables de uno de tantos matrimonios.

Hasta la próxima semana amigos, sed felices.

La nota de humor: Cantinflas, siempre Cantinflas. Como si ayer, fuera hoy:






martes, 10 de junio de 2014

Triunfar o morir


Tufaradas ciertas me inquietan caminando por senderos desconocidos. Tierras marcadas, senderos sabidos por algo o alguien que no veo, sin embargo siento. De aquellas primeras fragancias no nacidas, quiero adivinar, además del olor, el tacto cálido de mi piel acariciándose en mi protectora morada. Lo primero fue un llanto, consolado, al volver a rozar su piel y la mía. El obligado nacimiento sin alguna solicitud de por medio, rompió en llanto discontinuo, calmado por suave miel succionada entre mis labios. Una visión algodonada, unos diminutos dedos se batían por su tez, sus pechos, intuyendo que eran las mismas fragancias de nuestra íntima morada. Luz, teta, otros olores, movimiento, risas. Llantos. Quiero adivinar que no pensaba, percibía mis sentidos actuando, grabándose en película sensible. La película del recuerdo olvidado que ahora pretendo adivinar. Al poco conocí el miedo, cada vez que ella no me tenía en su regazo. Miedos, inquietudes, temores...seguridad, risa, sueños. Muchos años después miro y contemplo que al igual que al día le sucede la noche, al miedo le sigue la calma, a la risa, las lágrimas, al esfuerzo el sueño...Del caos viene el orden, equilibrio que volverá al desorden y así sin día que descansar. 

La crianza como la de todos, sin manual de referencia, por ensayo y error o como se podía por las circunstancias. En la España nacional-católica, los modos no eran muy refinados, ni cultos en la educación. Predominaba la descalificación con acento en la negación. El castigo más que el premio, el reproche al estímulo. El mimetismo a la creatividad. Ahora todo es muy diferente y muy pendular a la vez, se ha cambiado mucho y a bien, con una buena dosis de exageración. Sin embargo, ahora no somos más sencillos y sí más barrocos. A la persona sencilla se le toma por simple.

Antes como después, ayer como ahora, ocurre que los humanos nacemos con la marca que nos da la seguridad del seno materno pero también el miedo del primer llanto una vez abandonado áquel. Convencido estoy que el recorrido por los senderos y caminos de la vida comienza en este momento. Si somos bienvenidos, más seguridad, si no...La vida es un acecho continuo de dualidades y retos, transitando y dejando en ella, cicatrices o cuando menos rasguños de dolor, unas y otros por el lado, donde late el corazón. 
Esa emoción profunda de vivir sorteando penas, ansiando gloria, haciéndose digno de ser reconocido, sólo es una parte de la vida. De la dualidad nacida en el camino,  también encuentras senderos estrechos y baches lacerados. Caído en el suelo, tantas veces perdido en el dolor, del dolor tanático. Configurados para vivir entre dos signos, que cortan y encienden la energía de un "humano sistema programado", el triunfo y el fracaso, dónde uno excluye al otro, nos lanza a una competición, en línea de salida de una carrera equivocada. Desgraciadamente en este mundo feroz, un sistema deshumanizado, ha puesto en boga esta horrible consigna, que suena a guerra y muerte. 

Maruja Torres en el dominical del País del domingo escribe, sobre la tiranía del éxito y del fracaso. En línea con lo que escribe, nuestros ríos no es más que el agua que corre, a veces cristalina, a veces turbia, hasta llegar a la mar. No nací para competir, pero nado mejor que una sardina, no dejarme pescar que a buen seguro, frita o asada habría de morir. 
Nuestros fracasos son la esperanza de otro día con éxito. Nuestros éxitos, seguir siempre, caminando hacia adelante. Mis éxitos y mis fracasos, la comprobación de que camino y tropiezo. Cabalgo, luego existo.. Cuídeme el universo de aquellos que me empujan al engreimiento, de todos cuantos me dan la razón en mi disparate. Cuídeme el firmamento de la burla y del aplauso cuando del árbol caiga, si quiero subir más alto por contemplar más cerca, un estrellado cielo de esperanza. 

Hasta la próxima semana hermanos. Sed felices.
La nota de humor:

Un video que no te puedes perder, la superación del ser humano en forma de arte:



lunes, 2 de junio de 2014

El ladrón de tu tiempo. Un año de bloguero

Dedicado a los que han entrado en mi alma durante este tiempo.

En la espiral de este túnel llamado tiempo, quedé atrapado con la velocidad del rayo, prevenido para no ser un hombre ocioso, una vez jubilado. Hoy hace un año que escribí el primer "post" de este blog. Siento las fauces del enemigo devorando mis días, robando mis noches buscando siempre mi vida a su lado. La mano escribe sin tiempo, todo cuanto escribo es consumido a mayor velocidad, el contador se dispara en una carrera suicida del que huye para olvidar. Tal vez debiera ser más breve pero es que no tengo tiempo para serlo. Quise escribir para explicar no sé, qué cosa de la vida, ni de la muerte. Un año después, me he quedado sin nada que contar, sin saber que explicar y lo que es peor me he quedado sin nada que ofrecerte.

Debería estar celebrando este aniversario y lo hago con un vaso de agua delante de mí. Al menos tomaré un sorbo, la boca se me ha quedado seca, no de hablar mucho, sino de hablar con nadie. La realidad es que fui un ladrón de tu tiempo, una y otra vez, cada semana. Cada "post" me ha parecido una pesada burla, repetida hasta el hartazgo cuarenta y cuatro veces al año. Ocho semanas me guardé, buscando lo intemporal, desnudando a la muerte y hoy me encuentro como un ladrón atrapado en el espacio de mi cuarto. Un bloguero sin historia.¿ Quién habría de celebrarlo ?

A fin de cuentas, he leído en los blogs que todo es una inconsistencia, que el sentimiento, la sensación, la felicidad y esta escrita palabra, nace y muere en nuestra mente, como una corriente que va encendiendo o apagando neuronas. A fin de cuentas, escribir es un chiste que entretiene. A fin de cuentas cuando me estremezco leyendo un poema, no siente mi corazón, que solo late sangre, sino un chispazo en mi frente.

Menuda acogida tendrá este post, cuando sea publicado. ¡Qué horror!....Atrapado el ladrón del tiempo perdido...No sé si debiera decir adiós. Si borrar todo lo que he escrito. Mejor que no, si esta entrada no gusta, tengo otros principios...en la manga. Mejor despedirse sin decir adiós.

Mejor contar la verdad, al menos es una pequeña historia. Tal vez, alguien me podrá perdonar, ¿ Otro ladrón ? Entre ladrones anda el juego. La historia comenzó con un sueño. Un funcionario aburrido de su peregrinar entre expedientes y despachos, pensó que cuando se jubilara, tendría tiempo para contar algo importante a sus futuros nietos, algo que ellos vieran, que tocaran y leyeran. Sí, un libro sería ideal, un libro ilustrado con fotografías, música y hasta vídeos de cosas increíbles....Un libro que fuera un best seller por cuarto año consecutivo. La mano que escribe sin tiempo, el abuelito famoso, entrevistado y elogiado en cualquier país del mundo. Ellos, mis futuros nietos, me querrían y estarían a mi vera, haciéndome preguntas, jugando en los verdes prados, en las finas arenas acariciadas por la blanca espuma del mar. Al fin la inmortalidad.

Esta es la verdadera historia de un bloguero que cumple un año. Bebiendo agua para celebrarlo. Creo que ha sido así. Pero no estoy seguro. Los hombres que mañana seremos nuestros propios fantasmas, somos preciosos cuando nos damos cuenta de nuestra finitud. Como bloguero, no dejaré de escribir hasta ser cuatro años seguidos best seller desde New York hasta Hong Kong. Alcanzada la inmortalidad, dudo sin embargo, si los nietos vendrán.

Chisporroteos de una tarde tormentosa, agitan mi mente, encendiendo colores grisáceos, desvaneciendo los intensos rojos, de apasionadas celebraciones nocturnas. Esta tarde es de agua, el agua del vaso del brindis, por un año de bloguero. 
En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según del color / del cristal con el que se mira. ( Campoamor)

Hasta la próxima semana.¡ Que seaís felices, hermanos !

La nota de humor:








 

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