Reescribirme, redescubrirme o reeditarme si así fuera
posible, es lo que se me ocurre escribir al reencontrarme con esta antigualla
de blog que iba a ser el paradigma de mi jubilación y el paraíso de mi vejez,
cuando hace unos cuatro años lo inicié y esta noche, retomo. Aún no sé qué voy
a escribir, ni el título. Releyendo las cuatro frases que llevo escritas, bien
podría darle título a este post: ”Entrada de otoño en Re menor”. No lo voy a
hacer, me suena como si yo fuera un compositor de música, como si quisiera
emular a Bach. Idea mía, pomposa y ridícula, pero la he pensado mientras
escribía y se repetía en mi mente los acordes de su "Tocata y fuga en re
menor". Lo siento, a mi edad parece que se suelen compartir muchas
ideas a la vez y no por mayor destreza
sino por confusión o devoción a todo lo que en algún momento has sentido. ¡Eso
es, sí lo que alguna vez he sentido, eso es!
Quería escribir de belleza, vida, dolor, felicidad y
muerte. Quizás por eso he comenzado esta entrada con tanto "re",
reescribirme, redescubrirme....reeditarme. ¡Ah, si fuera tan fácil!
Esperar una nueva vida, esperanza de un nuevo amanecer...Intuyendo que esa
espera no es más que tu propia extinción natural. La belleza de esa música hace
que la escuche una y otra vez y tal vez porque en el fondo, mi vida haya y
sigue siendo muy barroca, me atraiga hasta en estos momentos de soledad amada
cuando me refugio para escribir mis cosas más íntimas como es este momento, sin
reflexionar demasiado que luego tal vez lo vas a leer tú y tú, a los que no
conozco de nada. Tal vez me contradigo
con la sencillez de vida que llevo y predico y mi amor por esta pieza barroca.
Me consuelo, acabo de leer en el diccionario de la RAE que este estilo es
opuesto a los cánones del clasicismo y su libertad de formas. Hay otras
acepciones, con las que no me identifico, como la profusión de adornos o a
veces sí, cuando conviene...Por retomar el hilo de la entrada, creo que sí, que
la visión que he podido dar como bloguero en mi primera época, es un tanto
barroca, pero deshilvanada, confusa, sin decir mucho ni poco de mí. ¡Sin
mojarme, por así decirlo!
Dejemos la pieza de Johan Sebastián Bach, como la
elegida para mi despedida final. ¡Lástima que no la pueda escuchar!
Y ¿Ahora? Tengo una idea desde hace tiempo. No es
original....Pero sí es importante: Hace tiempo que contemplo la vida con esa
perspectiva de las cosas, que surgen y se presentan en ti sin buscarlas. La
vida fluye a tu alrededor y la mayoría de las veces solo soy un observador de
cuanto pasa y trato de narrar. Otras veces no seré observador sino que lo que
sucede me afecta y será la palabra la que te llegue y la que me haga pensar
para decirte mi opinión, mi convicción o mis dudas. Mal expresado pero es el
gran estilo de un amigo de Google Plus, Gildardo no es nada barroco, diría que
es minimalista, las justas palabras para ideas base, sean de sus sentimientos,
de sus creencias o de sus experiencias, con un resultado convincente para el
lector, para el amigo, para la reflexión. En él quiero mirarme. No es fácil,
conlleva cambios en tu mentalidad, en tu manera de ser, cada vez más ligero de
equipaje y de prejuicios que a mi edad ya me debiera resultar bastante lógico.
Así que va por ti, amigo. Resumiré mi ausencia de este
foro social durante tanto tiempo.
Resulta que durante años ya, una enfermedad y mi
propia experiencia, terminó con mi presencia en este foro social que tanto
llegué a querer. Durante este tiempo he aprendido a vivir con enfermedad como
parte de tu vida y recuperar el tono vital, oportunidad para reflexionar sobre
otras cosas que existen en las que no reparaba, pensar de otra forma. Ahora me
toca mostrarme de la manera que quiero e intento ser. Puede que la redacción
sea demasiado prosaica, con pocas concesiones al verso, pero siempre he sentido
que soy eso, un verso suelto que se escapa a la menor ocasión que alguien me
diga guapo, una palabra de aliento o que ahora después de tanto tiempo,
escriba: Sigue escribiendo.
Mi fuerza no es suficiente, hasta hace dos
semanas solo era una palabra, anemia. Si ahora escribo es por otra
palabra con más fuerza: Solidaridad. Bueno también por el compromiso que en una
fiesta adquirí con mis niñas catalanas: María, Tere, Rosa y Ana. Besos que os
mando preciosas, aunque esta vez no hablaré de catalanes por no llorar juntos.
Así que hablaré de cosas muy humanas de la vida,
también desmontaré si me da tiempo,ese cliché o careta o lo que sea de persona
inaccesible, seria, impenetrable que tengo adjudicado desde hace décadas.
Gildardo, esto no es una entrada con la que mostrar
ningún estilo literario nuevo, que sí exaltar el tuyo, por lo dicho
anteriormente, pero es sobre todo un reconocimiento a tu lealtad por tus cosas bellas en la vida, como puede ser el interés
por las personas que sabes honestas y
esa complicidad con esa lealtad yo también la he tenido, sí pero en el silencio
de mi corazón, porque apenas me he puesto en contacto contigo.
A los que me han querido, a los que me quieren, a los
que piensan que con la palabra se puede hacer mucho bien y ser una comunidad
culta, solidaria, pacífica y vitalista, van dirigidas estas palabras con parcas
concesiones a la felicidad que todos deseamos pero que anhelamos.
Feliz día para todos/as