No sé cómo me llamo, ni si soy el de mi otra vida.No he perdido la memoria. Creo, pero no sé, cómo me llamo.
Parece,conforme investigo, que escribía en
un blog y Google me ha ayudado a encontrar ese blog ignorado durante tiempo.
He leído lo que escribí, me detuve en
hacerlo con mi última entrada y me ha sorprendido que haga más de un año
que lo hice y que comenzara diciendo, que a pesar de todo, quería seguir
escribiendo. Este blog dice que soy Ildefonso Martínez. Será pero no lo
reconozco. Siempre me llamaron Alfonsito, cuando fui mayor Alfonso. No lo
entiendo ni sé que ocurrió para que así aparezca en internet.
También he leído mi correo. Muchos y
puntuales de un mexicano que debe tener mi e-mail porque yo se lo debí dar, sin
embargo no puedo escribirle porque no tengo el suyo. He perdido la memoria, sin
duda. Cuando digo correo, digo todos sus post en el Google +. Haciendo un
esfuerzo, mirando todos los correos habidos en todo este tiempo del que relato,
os diré que me volví a encontrar con el infierno. Sí, el infierno de la nada, el mismo en el que siempre estuve, durante mucho tiempo de mi vida,
recuerdo porque no he perdido la memoria pese a que no sé cómo me llamo.
Me encontré con varios correos privados de
quien había supuesto mi mejor amiga en esta comunidad en la que tenía el blog
del que os hablo. No hablaré más del infierno. Desde que volví a la vida,
pienso en otras cosas y lo que mi memoria me permite es olvidar esos correos
indeseados, contestaciones a otra vida mía que no es la de ahora.
Me llamo Alfonso, cumplo 63 años dentro de
unos días y he podido ser un canalla en otra vida, pero no lo recuerdo
exactamente. Solo sé que vuelvo a vivir y pese a todo quiero seguir
escribiendo.
¿Por qué quiero seguir escribiendo? No lo
sé. Soledad, necesidad de comunicar, compartir emociones, pensamientos.......O
por vanidad o presunción de que escribo bien. He leído mucho de lo que
escribía, llegando a la conclusión de que lo hago tremendamente mal. Pero todo
se aprende. He visto, como el mexicano del que debí ser amigo suyo escribe con
soltura, pulcritud, mejorando muy mucho de cuando comencé a leer sus entradas.
¡Lástima que él piense que se lo deba a su familia literaria! No soy
objetivo con esta afirmación pero así lo pienso y es muy simple de explicar:
Creo en la colectividad, sí, después de la individualidad. El maestro eres tú,
no quién te revisa. ¿Acaso te has vuelto creyente ahora? No hay más familia que
la que tú creas y además te falla, las otras o son las biológicas que no eliges
o las sectas. ¡Joder siempre rechacé los dogmas y acabo de pontificar!, perdonad
pero son los años, la chochez de los
años, o mi indómita independencia. Piensa como te salga de las narices, que
eres una gran persona y respiras libertad aunque lo dudes.
Respecto a la que creí mi amiguísima, por
sus poemas, nunca más supe de ella aparte de sus correos referidos, en que
leyéndolos me sumergieron por mucho tiempo, otra vez, en el infierno feo y
odioso de lo que no te gusta en la vida. No odio no, la considero la misma
persona que escribe esas cosas tan maravillosas en forma de verso pero tampoco
quiero saber nada más de ella. Su pensamiento único, el daño que sufrí con esas
cartas, daño en forma de muerte en la que estuve sumergido, hasta que me
rechazaron del más allá, me ha espabilado un poco.
En el pasado fui simple, sencillo,
inquieto, contestón, crítico, incómodo, a veces antipático...Jamás he ido de
chulo ni chuleado a nadie. Cuando recuerdo mi otra vida, yo mismo me digo que
el resumen de ella, es que fue la historia de un tonto.
Así que un año, dos o los que aún tenga
por delante, voy a ser un joven emprendedor que comienza de cero. Si el pasado
no existe, convenimos en que todos acabamos de empezar nuestro futuro.
Y de cero comienzo en esta comunidad de la
que tanto aprendí, de la gente buena que escribe y es.
Renuncio a los más unos, a los halagos y a
los posicionamientos de seguidores, sabiendo que ese será el objetivo legítimo
de muchos, pero no es el mío. Ya lo he dicho… Con encontrarme alguien que
comparta mi reflexión, mi sentimiento o lo que quiera.........Ya me llena la
vida que se me escapa entre los dedos que teclean estas palabras.
Vuelvo a disfrutar de toda esta comunidad,
en la que he vuelto a encontrar mi casa.
Os recuerdo, os quiero. Llamadme tonto si
queréis, ahora se llama “buenismo”
cuando escriba y deje manifiesta mi supuesta candidez. Así quiero hacer
este último camino.
Hasta la próxima entrada. Sed felices
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