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lunes, 6 de noviembre de 2017

Volver otra vez

Reescribirme, redescubrirme o reeditarme si así fuera posible, es lo que se me ocurre escribir al reencontrarme con esta antigualla de blog que iba a ser el paradigma de mi jubilación y el paraíso de mi vejez, cuando hace unos cuatro años lo inicié y esta noche, retomo. Aún no sé qué voy a escribir, ni el título. Releyendo las cuatro frases que llevo escritas, bien podría darle título a este post: ”Entrada de otoño en Re menor”. No lo voy a hacer, me suena como si yo fuera un compositor de música, como si quisiera emular a Bach. Idea mía, pomposa y ridícula, pero la he pensado mientras escribía y se repetía en mi mente los acordes de su "Tocata y fuga en re menor". Lo siento, a mi edad  parece que se suelen compartir muchas ideas a  la vez y no por mayor destreza sino por confusión o devoción a todo lo que en algún momento has sentido. ¡Eso es, sí lo que alguna vez he sentido, eso es!
Quería escribir de belleza, vida, dolor, felicidad y muerte. Quizás por eso he comenzado esta entrada con tanto "re", reescribirme, redescubrirme....reeditarme. ¡Ah, si fuera tan fácil!  Esperar una nueva vida, esperanza de un nuevo amanecer...Intuyendo que esa espera no es más que tu propia extinción natural. La belleza de esa música hace que la escuche una y otra vez y tal vez porque en el fondo, mi vida haya y sigue siendo muy barroca, me atraiga hasta en estos momentos de soledad amada cuando me refugio para escribir mis cosas más íntimas como es este momento, sin reflexionar demasiado que luego tal vez lo vas a leer tú y tú, a los que no conozco de nada. Tal vez  me contradigo con la sencillez de vida que llevo y predico y mi amor por esta pieza barroca. Me consuelo, acabo de leer en el diccionario de la RAE que este estilo es opuesto a los cánones del clasicismo y su libertad de formas. Hay otras acepciones, con las que no me identifico, como la profusión de adornos o a veces sí, cuando conviene...Por retomar el hilo de la entrada, creo que sí, que la visión que he podido dar como bloguero en mi primera época, es un tanto barroca, pero deshilvanada, confusa, sin decir mucho ni poco de mí. ¡Sin mojarme, por así decirlo!
Dejemos la pieza de Johan Sebastián Bach, como la elegida para mi despedida final. ¡Lástima que no la pueda escuchar!
Y ¿Ahora? Tengo una idea desde hace tiempo. No es original....Pero sí es importante: Hace tiempo que contemplo la vida con esa perspectiva de las cosas, que surgen y se presentan en ti sin buscarlas. La vida fluye a tu alrededor y la mayoría de las veces solo soy un observador de cuanto pasa y trato de narrar. Otras veces no seré observador sino que lo que sucede me afecta y será la palabra la que te llegue y la que me haga pensar para decirte mi opinión, mi convicción o mis dudas. Mal expresado pero es el gran estilo de un amigo de Google Plus, Gildardo no es nada barroco, diría que es minimalista, las justas palabras para ideas base, sean de sus sentimientos, de sus creencias o de sus experiencias, con un resultado convincente para el lector, para el amigo, para la reflexión. En él quiero mirarme. No es fácil, conlleva cambios en tu mentalidad, en tu manera de ser, cada vez más ligero de equipaje y de prejuicios que a mi edad ya me debiera resultar bastante lógico.
Así que va por ti, amigo. Resumiré mi ausencia de este foro social durante tanto tiempo.
Resulta que durante años ya, una enfermedad y mi propia experiencia, terminó con mi presencia en este foro social que tanto llegué a querer. Durante este tiempo he aprendido a vivir con enfermedad como parte de tu vida y recuperar el tono vital, oportunidad para reflexionar sobre otras cosas que existen en las que no reparaba, pensar de otra forma. Ahora me toca mostrarme de la manera que quiero e intento ser. Puede que la redacción sea demasiado prosaica, con pocas concesiones al verso, pero siempre he sentido que soy eso, un verso suelto que se escapa a la menor ocasión que alguien me diga guapo, una palabra de aliento o que ahora después de tanto tiempo, escriba: Sigue escribiendo.
Mi fuerza no es suficiente, hasta hace dos semanas  solo era una palabra, anemia. Si ahora escribo es por otra palabra con más fuerza: Solidaridad. Bueno también por el compromiso que en una fiesta adquirí con mis niñas catalanas: María, Tere, Rosa y Ana. Besos que os mando preciosas, aunque esta vez no hablaré de catalanes por no llorar juntos.
Así que hablaré de cosas muy humanas de la vida, también desmontaré si me da tiempo,ese cliché o careta o lo que sea de persona inaccesible, seria, impenetrable que tengo adjudicado desde hace décadas.
Gildardo, esto no es una entrada con la que mostrar ningún estilo literario nuevo, que sí exaltar el tuyo, por lo dicho anteriormente, pero es sobre todo un reconocimiento a tu lealtad por tus  cosas bellas en la vida, como puede ser el interés por las personas que  sabes honestas y esa complicidad con esa lealtad yo también la he tenido, sí pero en el silencio de mi corazón, porque apenas me he puesto en contacto contigo. 
A los que me han querido, a los que me quieren, a los que piensan que con la palabra se puede hacer mucho bien y ser una comunidad culta, solidaria, pacífica y vitalista, van dirigidas estas palabras con parcas concesiones a la felicidad que todos deseamos pero que anhelamos.

Feliz día para todos/as

lunes, 9 de mayo de 2016

Nunca se muere antes de tiempo

No sé cómo me llamo, ni si soy el de mi otra vida.No he perdido la memoria. Creo, pero no sé, cómo me llamo.
Parece,conforme investigo, que escribía en un blog y Google me ha ayudado a encontrar ese blog ignorado durante tiempo.
He leído lo que escribí, me detuve en hacerlo con  mi última entrada y me ha sorprendido que haga más de un año que lo hice y que comenzara diciendo, que a pesar de todo, quería seguir escribiendo. Este blog dice que soy Ildefonso Martínez. Será pero no lo reconozco. Siempre me llamaron Alfonsito, cuando fui mayor Alfonso. No lo entiendo ni sé que ocurrió para que así aparezca en internet. 
También he leído mi correo. Muchos y puntuales de un mexicano que debe tener mi e-mail porque yo se lo debí dar, sin embargo no puedo escribirle porque no tengo el suyo. He perdido la memoria, sin duda. Cuando digo correo, digo todos sus post en el Google +. Haciendo un esfuerzo, mirando todos los correos habidos en todo este tiempo del que relato, os diré que me volví a encontrar con el infierno. Sí, el infierno de la nada,  el mismo en el que siempre estuve, durante mucho tiempo de mi vida, recuerdo porque no he perdido la memoria pese a que no sé cómo me llamo.
Me encontré con varios correos privados de quien había supuesto mi mejor amiga en esta comunidad en la que tenía el blog del que os hablo. No hablaré más del infierno. Desde que volví a la vida, pienso en otras cosas y lo que mi memoria me permite es olvidar esos correos indeseados, contestaciones a otra vida mía que no es la de ahora.
Me llamo Alfonso, cumplo 63 años dentro de unos días y he podido ser un canalla en otra vida, pero no lo recuerdo exactamente. Solo sé que vuelvo a vivir y pese a todo quiero seguir escribiendo.
¿Por qué quiero seguir escribiendo? No lo sé. Soledad, necesidad de comunicar, compartir emociones, pensamientos.......O por vanidad o presunción de que escribo bien. He leído mucho de lo que escribía, llegando a la conclusión de que lo hago tremendamente mal. Pero todo se aprende. He visto, como el mexicano del que debí ser amigo suyo escribe con soltura, pulcritud, mejorando muy mucho de cuando comencé a leer sus entradas. ¡Lástima que él piense que se lo deba a su familia literaria!  No soy objetivo con esta afirmación pero así lo pienso y es muy simple de explicar: Creo en la colectividad, sí, después de la individualidad. El maestro eres tú, no quién te revisa. ¿Acaso te has vuelto creyente ahora? No hay más familia que la que tú creas y además te falla, las otras o son las biológicas que no eliges o las sectas. ¡Joder siempre rechacé los dogmas y acabo de pontificar!, perdonad pero son los años,  la chochez de los años, o mi indómita independencia. Piensa como te salga de las narices, que eres una gran persona y respiras libertad aunque lo dudes.
Respecto a la que creí mi amiguísima, por sus poemas, nunca más supe de ella aparte de sus correos referidos, en que leyéndolos me sumergieron por mucho tiempo, otra vez, en el infierno feo y odioso de lo que no te gusta en la vida. No odio no, la considero la misma persona que escribe esas cosas tan maravillosas en forma de verso pero tampoco quiero saber nada más de ella. Su pensamiento único, el daño que sufrí con esas cartas, daño en forma de muerte en la que estuve sumergido, hasta que me rechazaron del más allá, me ha espabilado un poco.
En el pasado fui simple, sencillo, inquieto, contestón, crítico, incómodo, a veces antipático...Jamás he ido de chulo ni chuleado a nadie. Cuando recuerdo mi otra vida, yo mismo me digo que el resumen de ella, es que fue la historia de un tonto. 
Así que un año, dos o los que aún tenga por delante, voy a ser un joven emprendedor que comienza de cero. Si el pasado no existe, convenimos en que todos acabamos de empezar nuestro futuro. 
Y de cero comienzo en esta comunidad de la que tanto aprendí, de la gente buena que escribe y es. 
Renuncio a los más unos, a los halagos y a los posicionamientos de seguidores, sabiendo que ese será el objetivo legítimo de muchos, pero no es el mío. Ya lo he dicho… Con encontrarme alguien que comparta mi reflexión, mi sentimiento o lo que quiera.........Ya me llena la vida que se me escapa entre los dedos que teclean estas palabras.
Vuelvo a disfrutar de toda esta comunidad, en la que he vuelto a encontrar mi casa.
Os recuerdo, os quiero. Llamadme tonto si queréis, ahora se llama “buenismo”  cuando escriba y deje manifiesta mi supuesta candidez. Así quiero hacer este último camino.
Hasta la próxima entrada. Sed felices

miércoles, 2 de septiembre de 2015

El túnel del tiempo

A pesar de todo quiero seguir escribiendo. Aunque el recuerdo más reciente me haya sumergido de nuevo en la desconfianza y el miedo, a la tentación otra vez de salir huyendo, cuando creía alcanzar la recta final, en el largo camino de la verdad.
A tientas, en esta espesa oscuridad de un día que se hizo noche de lento amanecer, garabateo palabras inseguras, dudando si la verdad que quieren expresar es solo un invento mío, o solo  la interpretación que yo me hago. Las palabras tienen su intimidad, estoy seguro. Tienen duende y alma. La duda es ¿Cuándo he sido yo íntimo, he tenido duende, cuándo alma?, si ahora vuelvo a ser un descreído.
A pesar de todo estoy escribiendo, instalándome en el recuerdo de un futuro sin memoria, sin vistas atrás, sin sobresaltos de la pesadilla sudorosa que con angustia despierta mi noche. Hay tiempos pasados que se sobreponen al tiempo, para ser ayer como hoy, tal vez como mañana, ese cuerpo alado, negro, de cuello blanco que persigue a este niño, que intenta escapar sin que mis piernas alcancen a tomar distancia que no sea la de despertar agitado,  en un irrefrenable grito. 


He traspasado la barrera del tiempo así que, como decía ayer, cuando escribía pensamientos, se han ido hilvanando otros, conociendo como la gente retuerce la verdad, su vulnerabilidad, las máscaras que cada cual luce presentándose por el mundo. Teatro adivino, nuestras vidas son puro teatro, a veces comedia, otras como en este túnel del tiempo en el que quedé atrapado ayer, tragedia os lo aseguro, cuando pese al túnel, tú te sientes vivo aunque bloqueado. En este estado catatónico, sin salir de tu sorpresa, luego de recuperarte, sonámbulo y estrambótico, terminas reaccionando y consigues el equilibrio mínimo de volver a verte a ti mismo y reconocerte. Me odié, me negué....Esa huida hacia ningún sitio, porque no hay sitio para una sombra de un hombre que se tambalea en la duda de su propia existencia.
El agujero negro del tiempo, ese tiempo ausente viviendo en él, te deja huella. Seguramente la de la vida misma, amor, odio, amistad, contradicción, cobardía, miedo, ausencia y presencia. Inteligencia, torpeza, fragilidad, dureza y vísceras. ¡Todo en un solo ser, que tan inocuo parecía! Así me he visto, así he visto al hombre desde la relatividad de las palabras, del blog, de tu efímera existencia. 
Admito que de esta experiencia, he vuelto más adulto y menos niño, si lo digo de otra forma, admitiré que menos ingenuo, desprendido, suelto y resolutivo. Quizás porque no tenga otra ocasión de volver hacerle un agujero negro al tiempo y éste se habrá perdido. 


Y aquí estamos, para quienes gusten compartir mis chifladuras de un sesentón cada vez menos imaginativo, que no es que no lo sea, es que  he visto que nada es como parece, ni como es, sino como se interpreta. Yo soy mi interpretación de mí mismo. ¿Tú eres tú?

Bienvenidos a mi mundo loco, a mi mundo simple, a mi intrascendente mundo. ¿Dos, tres, uno? En realidad escribo para mí mismo, aunque sueñe con un lector, que sea parecidamente loco, igual de malo escribiendo, en que necesite escribir para él solo y terminemos leyéndonos y tejiendo un mismo pedazo de tiempo en este desierto mundo.
Abandonada mi niñez, que no al niño que llevo dentro, no he dejado muchos detalles de esta gris entrada narrada, ni los habrá…Los detalles se los lleva el viento y en mi caso todo es, un recuerdo único del paso por el agujero negro del tiempo.
Que seáis felices hermanos. Hasta la próxima entrada. Os quiero. 
La nota de humor:




martes, 20 de enero de 2015

Pensamientos.

Ni buscando atajos al tiempo, llego. Pasar por tu casa, buenos días, gracias, ni eso. Se me olvida el tiempo, no sé llegarte, me siento culpable de no haberlo hecho. A veces ni atajos ni olvidos, sin saber que decirte, no llego. Mi corazón que bombea cálida sangre de gratitud, es todo vuestro. Desde aquí os lo digo. No me resultas indiferente. Mi templado temperamento solo es gratitud de estar entre vosotros, lejos de buscar semilleros que alimenten clientela. Así es, así lo siento y os pido perdón de no estar siempre en vuestro momento, en vuestras letras, en vuestros sentimientos en cada una de tus publicaciones que son manantiales de sangre cálida, como la que corre por mis venas.


Esta mañana, una vez colocadas mis prótesis para andar de nuevo sin vértigo ni miedo por la vida, he asumido el reto de escribir de nuevo. He buscado brotes de agua en el vivero que día a día se agota. Me ha venido al pensamiento, que cualquier futuro por venir, siempre ha de ser peor que el presente que contemplo. Atrevido pensamiento, sabiendo, que el subconsciente  siempre nutre la idea, de un hombre eterno. Derivando sin hilo conductor, me contesto......Si no fuera así, si nos creyéramos finitos...Nada atesoraríamos en vida más que lo puesto. Ah pero los hijos.....Temiendo por el futuro de la prole, justificamos ideas para imitar a los dioses. Poder, dinero, riquezas a costa de lo que sea. Pretextos que la historia se encarga de desdecir, si alguien la mira y de ella aprende. Todo pasa y todo queda porque lo nuestro es pasar......Seremos otra cosa, energía engullida en agujero negro para que una nueva estrella nazca. Deja tus cosas y anda, haciendo camino al andar. 

En este batiburrillo de ideas sin hilar escribo. Solo dejo que fluya el pensamiento. Atajos al tiempo pasado, para entrar en las lecciones de historia, recordando cómo se fueron los mayas, los egipcios y todos los imperios que consiguieron como ahora, controlar de extremo a extremo, una sola aldea global. En tanta estima se tuvo aquel hombre, que descuidó su  tierra, la comida de sus pueblos, conspiraron, intrigaron, mataron y como castillo de naipes, hasta el Imperio Romano, sucumbió. Demasiados parecidos con la aldea global en la que nos asentamos ahora. Estornudando Wall Street, nos resfriamos todos. Todo pasa y todo queda...Prefiero dar otro atajo al tiempo hacia el futuro y desdecir ese pensamiento atrevido, que he deslizado, diez renglones arriba. Cualquier futuro por venir ha de ser mejor, si cuando llegue la hora, mi energía engrosa ese agujero negro de dónde nacerá una nueva estrella y nuevos días.

No voy a dejar una entrada triste, la tristeza te lleva a ningún sitio. Miro y leo, viajo lo que puedo y me asombro de la capacidad humana. De todo lo que el hombre es capaz de pensar, sentir y hacer. El hombre que se siente libre, que tiene un corazón generoso y una mente abierta....Un hombre que sueña, aunque canse a algunos, es capaz de dejar para los demás, esperanza, capacidad y retos de futuro. Es mucho lo conseguido en ciencia, en el arte, también en solidaridad. Solo hay que distinguir y buscar referentes a seguir. Hombres asesinos sin causa, miserables por costumbre, listos, inteligentes y sabios. Agrega a los que faltan, que no me los sé todos. Siempre es una meta, descubrir al sabio por referente y compartir razón y rectitud, aprendiendo de su virtud.


Sabéis de mi íntimo deseo de disfrutar de nietos, no por prolongar estirpes en genes, sino por disfrutar de la inocencia y dar mis últimos besos puros, soñando que ellos sí van a tener futuro,  razón por la que no nacen más bebés. Contarle un cuento. Porque los cuentos de los hombres que sueñan, molestarán a algunos, pero hay sueños, siempre lo he creído, que un día al despertar, se hacen realidad. 
Es un año de elecciones en este país. Voy a votar un sabio, ¡seguro!. Tú.....Eres libre.

Hasta la próxima entrada. Que seáis felices hermanos.

La nota de humor:

lunes, 12 de enero de 2015

Pacto de libertad


Voy andando caminos de paz cada domingo, cada día que hay que sacar la pancarta que por momentos se me hace vieja, cambiando un lema por otro, un nombre por otro, coreando libertad frente a la barbarie. Paz a la guerra, silencio a las balas. "Je suis Charlie", "Yo  un niño de Gaza",  "Vivo en Nigeria", "Yo también paso hambre". Pese al clamor de muchos, sórdidos sonidos de guerra flotaban en el aire, amenazas a aquellos pasos firmes,  a corazones ilusionados pidiendo paz, caminando en libertad, levantando puentes, mirando hacia sus extremos, que callen esos sórdidos tambores de guerra. 



"Buenismo" nos dicen algunos al pasar...."Esto se acaba a tiros y no con pancartas...Los enemigos son ellos". Miro a un lado y a otro, solo veo personas normales y corrientes y un puente muy largo, vacío. En uno de sus extremos, personas que mandan mucho, en el otro imaginarios  kalashnikov en las manos. No veo enemigos o los estoy viendo a todos. Sí se perciben, en un lado y al otro, arengas, reproches y agravios. El resto del puente esperanzado y desierto.
Apenas desperté a la luz de la razón, comprendí que no hay dios, ni hombre que me pueda privar de mi conciencia, de mi libertad ni de mi esperanza y por ello escribo. Sea “buenismo”, sea lo quieras expresar tú, hombre como yo, nacido de la tierra y de madre tan buena como la mía. Y lo expreso en forma de letras o en un dibujo humorístico. Ni Dios, ni Alá, ni Yahvé...matan. En su nombre, sí. Hombres empeñados en ganar nuestras conciencias, en su nombre se persigue, se mata. 

No me hables de buenos y malos, hace tiempo descubrí el engaño de que el indio siempre era el malo. Propaganda del infierno, que merma, obceca, limita ese bien de libertad como derecho. Obcecado, tu libertad no es tal, solo fanatismo dispuesto a llegar al paraíso no demostrado. 
Hay un puente entre extremos, entre tierras y creencias. Nadie es más que nadie.Tiremos el hacha de guerra. Avancen unos y otros por el puente que nos une y separa hasta el centro. Utilicemos la razón, fuera el drón, sobra la daga. ¡Que intermedie un hombre justo, que alguno habrá entre tantos! Que hable ya la palabra en libertad. Se abran los oídos, escuchando razones; que en mucho hay que ceder unos y otros. 
El pacto es posible. Vuelvan los dioses a la intimidad de la persona, sea cual sea tu dios y tu creencia. Reza si te place. Pero es el hombre quien se organiza en la tierra, aunque exista tu dios o el mío, dejémoslo en tu interior para invocarlo no para llevar razón, sino para si te consuela, te proteja. 

Se trata de pactar la ley del hombre, que no provoque al hombre. Una ley justa, que en su nombre sacie al hambriento. Dé educación al analfabeto. Reparta tierras con justicia entre los pueblos. Sane al enfermo. Pactemos una ley que haga justicia, justicia nacida de lo mejor del hombre que contenga el impulso de la soberbia y avaricia del mismo, que conscientes somos que llevamos dentro la semilla del amor pero también del odio. Si ha de haber algún ejército, éste ha de ser el ejército de la justicia que no mata, previene, amonesta, reeduca, temporalmente aparte de este pacto....a quién quiera terminar con esta primacía. 
Hombres y Mujeres iguales, la razón y la justicia como método de convivencia, criados en tolerancia, que como lema nunca sea tu razón ni la mía, sino la convenida. Que por tolerancia seas capaz de expresar que no estás de acuerdo con alguien, pero que darías la vida por que siguiera expresándose.
Otra economía es posible, tal vez de menor escala, que esta tierra es finita y el crecimiento tiene límite, más cuando el capital financiero crece, dejando en la cuneta a millones de marginados.

Reinventarse es la frase, la palabra la fuente de entendimiento, el puente el lugar dónde pactar, cediendo. 
¿"Buenismo", ¿Utopía? Me da igual, solo sé que los hombres son por nacimiento, todos iguales. Nadie debería echarle la espalda a la palabra, con esperanza todo es posible en esta vida. Un hombre grande consiguió metas que parecía imposibles. ¿Recordáis a Gandhi cuando decía: La violencia es el miedo a los ideales de los demás?

Que seáis felices hermanos, hasta la próxima entrada.
La nota de humor:



lunes, 5 de enero de 2015

Estampas del año nuevo.

Apenas salió la aurora, la primera del año nuevo, se oyen desde la torre del pueblo, las campanas tocar. Campanadas llamando a entierro. Apenas un llanto, lágrimas convertidas en nudos, en las garganta de unos cuantos. Mayor, sola e invisible en su último tránsito. Vacuas palabras serían de no haber sido cierto. Teresa se fue sola, el último día del año. Alivio en su entierro a primera hora del uno de enero. ¡Dichosa, ya no sufrirá más! Los restos de quién fue tu esposo ya están junto a ti, descansando de una vida que  no os fue fácil. Descansad los dos en el infinito universo de la nada....Habiéndole dado sepultura, el día se tornó algo más cálido...el sol siempre alienta la vida y a ella volvimos, por el camino de ida y vuelta a camposanto. 


Entre sentimientos y pensamientos encontrados, transcurrió el resto del día. En las noticias, bebés que nacían con el año. Tristeza, alegría...Vida y muerte. Nunca pensé que habría de ver tan real y tan cerca la certeza del ser humano. Tan natural como cierto. Solo naces y solo has de morir. No hay por qué escribir tragedia dónde ya está escrita en ley, lo que es simplemente existencia.
La cena de noche vieja, fue sencilla y sin alboroto. En la mesa tres cubiertos. Junto a la mesa, en el suelo, otro plato. Una pareja de sexagenarios y la abuela de noventa y cinco. A lo suyo, a nuestros pies nuestra perrita, dando cuenta y relamiendo su comida de fin de año. Los niños de fiesta...con sus parejas. Doce uvas, un poco de cava, algo de turrón y mistela, los deseos en forma de beso, los otros deseos que callas, y mucho watsap para agitar el ánimo durante los primeros minutos del año. Un rato de tele y a la cama, que la aurora viene tocada con  partituras de funeral.

Tendría que haber escrito algarabía y fiesta en esta entrada, parece que es lo propio. Sin embargo, nada es como parece, todo es como se nos da o se nos viene. La fortaleza del hombre es saber encajar cada día que amanece, como si ya estuviera en nuestros planes aceptarlo y sin sumisión vivirlo, con la misma energía en lo bueno y en lo malo. 
Enero, por estas tierras cálidas del sur de España, pasea sus días acompañado de soles palpitantes y noches de suelos blancos adornados, de aceitunas escarchadas. Los almendros este año anuncian flor en sus ramas, para dentro de unos días de persistir esta sequía, si no ulula el viento. Auguran un temprano fin de invierno...apenas se vuelque el mes, las tardes recrearán más luz, más juego...más calle, más saludos entre conocidos y amigos. Al resguardo del frio,  canto mayo en las noches de enero. La mañana para la almazara, saludo al molinero, me impregno de olor verde, de aceituna negra sangrando su oro virgen. La cosecha ha sido mala, las caras del agricultor apenas expresan nada, vaciando su escasez y su futuro en la torva del molino viejo. Jaén quieta, Jaén mirando siempre al cielo, tan querida, tan presa de sus sueños. Tan cantada.

Apenas oscurezca el día, todo será festejo en esta tranquila ciudad. Las calles, engalanadas de luces navideñas, árboles revestidos en leds, se llenarán de murmullos y sueños de niños, de abuelos que apenas fueron niños, de madres y padres con sus  pequeños retoños bien abrigados. Me gusta ver la cabalgata de reyes, siempre me hizo ilusión, me gustan los minutos mágicos que tiene la vida. Son niños, somos niños por momentos, cogiendo caramelos que nos lanzan, la comparsa que ameniza la llegada de los reyes que regalan. Papá Noel, nos resulta ajeno, más aún Santa Claus. En un país republicano con reyes, parece más lógico que  sea la realeza, invitados de oriente quienes nos traigan los regalos, yo quiero un juguete. Esta noche si nos acostamos temprano, llegarán a nuestras casas cargaditos de regalos. Por este año, no habrá carbón, que bastante hubo el año pasado y todos nos hemos portado muy bien. Si acaso a los de Canal Sur, que en vez de darnos campanadas en noche vieja, nos dieron publicidad y las uvas se quedaron sin comer, hasta otro año.

Que seáis felices hermanos. Me contaréis de vuestros regalos. Mi regalo para vosotros, desearos mucha salud para el año que comienza.

La nota de humor:





sábado, 27 de diciembre de 2014

ABRE LOS OJOS

" Cuántos ciegos serán precisos para hacer una ceguera" (José Saramago)

El día que esta niebla oscura no sea más que luz en mis ojos, celebraré lo que ocurre por donde vaya pasando la vida, lloraré o clamaré por todo lo que no he visto y ahora toma forma en mi retina. Las cataratas son la cortina que durante tiempo, va cerrando tu percepción del color, la forma, el dolor, la vida y el tiempo. Dicen que finaliza el año y que se viene otro. Nunca me ha preocupado este suceso, ni los años, pero sí mi vista cada vez más escasa, en unos ojos cada vez más cerrados. Ahora creo que no veo nada. O todo se me ha hecho más oscuro. Cuando me duele algo en el alma, me suele pasar que veo menos. Presumo que otro puente se ha hundido entre los hombres, convirtiéndose en una nueva trinchera, otro frente de invisibles enemigos. Esto va a ser otra nueva epidemia de ceguera, la que narraba Saramago en su novela. Aunque es diferente, allí nadie veía pero se organizaban entre las tinieblas y de su interior sacaban los más bajos instintos que envilecían más al hombre. Yo hasta ayer tenía amigos, mañana tal vez ya no los encuentre, que los mire y no me vean, se crucen de acera para no tropezarse, lo que ayer eran parabienes y coincidencias, hoy  además de miopía, es silencio.


Cuando veía, creo que nunca vi, me parece que el hombre a la par que levantaba puentes, a poco de hacerlos, los hundía. Penélope tejiendo lo que de noche destejía. El mundo no tiene remedio, ciudades enteras levantadas en un  tiempo record, despobladas se quedaban como museos de cementerios sin muertos. Y sin embargo recuerdo haber visto monumentos, pinturas, obras de arte conservadas en la penumbra de los tiempos. Ayer todo eran fortalezas. Hoy castillo de naipes a poco que sople el viento. Tranvías a ningún sitio, aeropuertos sin alas, campos de golf sin agua. Esto nos deja el año…el sexto de un apocalipsis sin término. La vida se marchita en salobres aguas pantanosas, pestilentes mientras dure esta epidemia de la ceguera.
No era pasajero, no, esta epidemia que enferma al hombre es endémica, las fuentes de las que bebemos han sido contaminadas con el elixir de la soberbia, la ausencia de luz en la naturaleza, se ha convertido en una monstruosa selva de depredación y exterminio. Sofisticados refinamientos, para no dejar huellas en Auschwitz. Estos ojos que solo ven pensamientos únicos,  poder,  avaricia, egoísmo,  estos dioses modernos que destruyen y ciegan, desoyendo al sabio, a la ciencia, la cultura y la conciencia que te habla por dentro.



Abre los ojos, me dijo el otro día un sabio a la puerta de mí casa, abre los ojos aunque no veas, sígueme y camina. Lo seguí a tientas, tropezando las más de las veces, por el camino que mi oído me decía que el sabio transitaba. Escuchaba su voz cadenciosa y suave, sin estridencias, con cierta melodía, mira esta planta a tu camino, es trigo y todo lo que no ves en cientos de kilómetros a la redonda, más trigo. Todos esos árboles y arbustos que tocas para apoyarte, están cargados de frutos,  esos mugidos que oyes son vacas con las ubres bien cargadas de leche. ¿Escuchas? Sí es agua, un manantial sin fin de agua en la que si gustas, extiende tu mano, lava tus ojos, bebe y sáciate. Luego abre los ojos.
Entonces vi  el color y la forma de la vida. Mis ojos veían. Veían trigo, leche, agua, frutos y el sabio comentaba: Hay para todos los que quieren ver. Comprendí de inmediato. Todo cuanto en aquel paseo contemplaba, era suficiente para evitar el hambre del mundo, las necesidades del hombre en su vida. Solo, no lo hubiera visto, necesité de un sabio que me lo hiciera ver, lo que allí delante de nuestra vista existía, desde el inicio de la tierra.
Desde entonces sueño cada vez que el año termina que el hombre un día  encontrará  al sabio que lleva dentro y se apartará del ruido de la ciudad maldita para contemplar un mundo sin barreras, sin fronteras, verde, saludable, trabajando, alimentado y saciando necesidades de los que otros necesitan. 


Por eso cuando comience el nuevo año, mi frase y mi deseo, lo que pediré a 2015 será ABRE LOS OJOS Y MIRA EL MUNDO, VÍVELO DE TAL MANERA, QUE MEREZCA LA PENA RECORDAR.
Hasta el próximo año amigos, que seáis felices. 

La nota de humor:

 

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